En este episodio de Mindseteate tuve el honor de sentarme a conversar con una mujer que me dejó energizada: Marta de Jesús. Mejor conocida como Marlisa.
Su historia es una mezcla de fuerza, autenticidad y sabiduría emocional. Marlisa no habla desde la teoría —habla desde la vida vivida. Desde los golpes, las lecciones, las risas, las lágrimas… y la decisión diaria de seguirse eligiendo.
Aquí te comparto los momentos más poderosos de nuestra conversación —esos que me marcaron el corazón y el mindset.
“La mente es uno de los músculos más fuertes… está en ti si tienes una mente fuerte o no.”
Marlisa me recordó que la mente también se entrena. No todos empezamos con las mismas herramientas, pero todos podemos ir a buscarlas.
“Tú tienes la facilidad de investigar y encontrar las herramientas.”
Y eso, para mí, fue como un empujón: deja de esperar el momento perfecto. Comienza con lo que tienes.
“No me digas que no tienes inteligencia emocional, porque puedes aprender.”
Esa frase me quedó resonando. Marlisa no se queda en la queja —ella se mira, se sacude y se compromete. Porque tener agallas no es gritar más fuerte… es tener la valentía de mirarte de frente y decir: “Esto es lo que tengo, y lo voy a arreglar”.
“Cada adversidad es una manera de crecer.”
Marlisa no romantiza el dolor. Lo transforma. Me impresionó cómo toma cada dificultad y la convierte en una lección. Para ella, los retos no son excusas. Son gasolina para evolucionar.
“Qué bueno que me pasó esto.”
Imagínate vivir desde ahí. Desde el «gracias por esto que me movió».
“Vivimos en una sociedad clasista, denigrante… pero tú puedes decirle a esa voz: cállate la boca.”
Marlisa es fuego y dulzura a la vez. Y cuando habla de autosabotaje, lo hace con fuerza. No se trata de eliminar esas voces internas, sino de no dejar que tengan el micrófono encendido todo el día.
“Si no te amas, te quedas estancada.”
Todos los días, Marlisa se recuerda a sí misma: “Yo valgo algo.”Y escucharla decirlo con tanta convicción me dio ganas de repetirlo también.
“Tenemos que dejar de competir y apoyarnos.”
Marlisa sueña con ver a las mujeres de vuelta en comunidad, como antes: tejiendo redes reales, apoyándose sin juicio, celebrando sin comparación. Y yo no podría estar más de acuerdo. La revolución empieza en nosotras. Unidas.
Marlisa cría a sus hijas desde la confianza, no el control. Les da espacio para equivocarse, para decidir, para pensar. Les pregunta: “¿Qué harías tú?”
Y ese tipo de crianza, basada en la conversación y la vulnerabilidad, es oro.
“Quiero aventura y pasión.”
A sus casi 50, Marlisa no quiere calmarse. Quiere incendiarse (de lo bueno). Le emociona lanzarse a nuevos proyectos, enseñar, escribir, viajar, y reírse con sus hijas, amigas y seres queridos. ¡Esa energía también me la quiero contagiar!
Hablar con Marlisa fue como recibir una inyección de claridad y motivación. Que nos podemos llevar….
- La valentía de mirar hacia adentro
- La decisión de fortalecer tu mente
- El compromiso de seguir eligiéndote
- Y la certeza de que cuando una brilla, todas brillamos.
Gracias, Marlisa, por tu voz, tu verdad y tu fuego.
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